"Estuvimos comiendo la semana pasada. La cocina excelente y la calidad de los platos extraordinaria. Lastima la racanería en las cantidades que son menos que minimalistas, lo que te impide disfrutar de la experiencia. Solo puedes probar platos, sabores y texturas, o sea una cucharadita o un tenedor y ya está. Por ejemplo, el foie caramelizado son dos trocitos colocados en las esquinas del plato, o la chuleta de vaca gallega (deliciosa) son cuatro tiritas. El servicio bastante justito para lo que esperas."