"Ni de lejos me parece que el restaurante se merezca una estrella. Todos los platos eran correctos pero pocos me sorprendieron. Por otra parte, el restaurante ofrece dos menús (uno corto y otro largo) como hacen muchos restaurantes con estrellas Michelín pero, en realidad, no tienen capacidad para diversificar. Cuando uno opta por el menú corto, aparentemente muy barato, se le informa que es más bien escaso por lo que se invita a los comensales a complementarlo con otros dos platos, lo que hace que ya no sea tan barato. Y lo que es aún peor, en uno de los platos del menú se da la opción de añadir trufa negra a un muy módico precio que sigue encareciendo el coste del menú y le hace a uno preguntarse si el plato en cuestión requiere o no la trufa porque, si la requiere, no sé entiende por qué se incluye en el menú sin trufa en vez de otro plato más económico que en su perfección permita cobrar el precio que se anuncia en el menú. Además, el servicio fue excesivamente lento puesto que los platos se servían al ritmo del menú largo lo que provocó esperas eternas en el servicio del menú corto. Desde luego, desaconsejo pedir el menú corto y para pagar el precio del menú largo apostaría por una opción más segura de entre las que la provincia de Alicante ofrece. Por último, el local me pareció que no estaba a la altura, careciendo de aparcamiento, con una sala con desconchones en una de las paredes y un baño excesivamente pequeño y anticuado."
