"Una cocina que sorprende encontrar en este lugar, tanto por su oferta gastronómica como por su presentación. Los Nidos, cada uno mejor que el otro. Los montaditos merecen que se les quite el diminutivo, los postres caseros son abundantes y contundentes, y lo mejor, el servicio: los camareros rivalizan en cordialidad y simpatía. Precios muy razonables. El local es pequeño pero está muy bien ubicado, en una esquina donde convergen varias calles, lo que facilita que en la calurosa hora de comer en julio o agosto, corra una brisa que se agradece. En definitiva, lo recomiendo a todos los que visiten La Sierra de Grazalema, y en particular la ciudad de Grazalema."