"Anoche, mi esposa Ana y yo tuvimos la oportunidad de cenar por primera vez en este restaurante con algunos amigos que ya lo conocían y que hicieron la reserva para los cuatro. La cálida recepción de su dueño, Adrián, junto con la decoración y el ambiente del lugar, dejan claro que las recomendaciones que recibimos no estaban en absoluto exageradas. Desde la presentación de cada uno de los platos, a cargo de Cristina, no tengo más que decir; las fotos que acompaño hablan por sí solas. Y no se quedan atrás las deliciosas propuestas como el carpaccio de medregal, el sorprendente gazpacho, el muy delicado lomo de medregal con salsa de guisantes, o el cheesecake redondo con frutos rojos, que es simplemente espectacular. Si no hubiésemos tenido tantas buenas referencias, lo que fue una confirmación completa hubiera sido una sorpresa muy agradable. Solo puedo decir que esperamos seguir disfrutando del lujo de este restaurante en Villaverde durante muchos años más. Es una razón más para regresar cada agosto a este gran paraíso."