"Llegamos al restaurante y el clima era perfecto para sentarnos afuera, aunque teníamos reserva adentro, preguntamos al camarero si podíamos comer afuera y lo hizo de mala gana. Nos sirvieron una botella de agua sucia, lo cual no nos daba ganas de beber. Había muchos bichos en la mesa y teníamos que quitarlos constantemente de nuestros platos y bebidas. El postre fue mediocre, pedimos milhojas y tarta de manzana, la cual estaba caliente y poco apetecible. Para finalizar, la cuenta tardó más de media hora en llegar. En general, fue una experiencia decepcionante y no planeamos volver."