"Reconociendo la indudable calidad de los platos de la carta que pudimos degustar, como el "Pulpo a la gallega con parmentier de pistachos", la "Coca de verduras de otoño y queso de oveja laminado" y el "Raviolone de bogavante y jugo cremoso de sus cabezas", debemos decir que encontramos un poco desmesurada la relación entre esa calidad y el precio final, que nos pareció más propia de restaurantes con estrella Michelin. Este fue el único motivo por el que no le dimos la máxima valoración, ya que por lo demás, su propuesta gastronómica nos pareció impecable."