"Conozco a muchas parejas que tienen este restaurante como su lugar especial y no me extrañan. su decoración, su pequeña luz, velitas, y por supuesto, la comida, deben volver una y otra vez. Y qué bien es la mantequilla salada que te dan para atar en el pan, si no se lo quitan, no dejes espacio para los dems. Nunca he tenido mis mejillones, pero la gente con la que he estado dice que son los mejores de Madrid. el magret de pato es que mueres de bien, y las pizzas también, con una base fina y muy original, como la morcilla. postre, tarta de tatin, toma un poco, pero en un lugar como él no importa esperar bien!"