"He tenido la suerte de ir en varias ocasiones a este gran restaurante. Para mi gusto es una de las apuestas más seguras de toda Valencia. La comida es sencillamente equilibrada, sin sobresaltos, honesta, con gran calidad en los productos, y con perfección en sus cocciones. Pero es que además, la puesta en escena es limpia y ordenada, con manteles inmaculados y servilletas recién planchadas, el local invita a la relajación con su ladrillo caravista y su luz a media altura al estar en un entresuelo, es algo que se sale de lo normal en esta ciudad, es algo más que un local agradable. Trato estupendo y muy profesional. Ahora bien, si hay algo verdaderamente “desequilibrado” en este templo del placer y que se sale de lo habitual, es su bodega. Algo tiene que ver en todo esto, el amor y sobre todo el respeto que tienen por los vinos, la puesta en escena con la mejor cristalería es inmejorable y las joyas que hay en su sótano son tesoros que sorprenderían al más hedonista. Ahora bien, mi recomendación es que se dejen llevar por Guillermo, con el que viajaran a sitios y sobre todo “tiempos” inexplorados y gozarán de maravillosas joyas líquidas. En fin, un sitio perfecto para disfrutar durante un buen rato de una gran comida y un mejor vino en el mismo centro de Valencia."