"Me leo algunas opiniones y parece que hablamos de sitios distintos. El local es diminuto, de acogedor nada. De hecho, cuando entras ya estás en medio del comedor y a continuación viene el pasillo del lavabo con 3 mesitas. No hay aire acondicionado, por lo que no quiero ni imaginarme cómo debe ser cuando el tiempo no acompañe. El ambiente fue un tanto escandaloso ya que casi la mitad del aforo era una mesa de grupo (6 personas) y, como debían de haber venido alguna vez más, se tomaban sus confianzas y se comportaron como si estuvieran solos, muy ruidosos. Respecto de la comida, pedimos lo habitual (la carta es muy limitada), nachos, tacos.... Estuvo correcta, sin más y las cantidades tirando a bajo (una quesadilla en la ración, cuando en otros suelen poner dos, por ejemplo). Servicio un tanto aséptico, a mí me llamó también la atención el letrero acerca de cómo tratar al personal (detalle que me parece de muy mal gusto) cuando parecía que le debíamos la última cena al camarero. Resumiendo: mexicano de barrio , para entrar a tomarse unos tacos, una cerveza y darse el piro. Los precios en la media aunque las cantidades eran un punto inferiores y los platos muy normalitos. No creo que volvamos."