"Soy un enamorado de la gastronomía, y por ello no quise perderme una visita al restaurante Zalacaín en compañía de mi pareja. Como sitio es precioso, pero la cocina y el servicio fueron una decepción. La relación calidad/precio no se corresponden. La calidad de los productos fue buena, pero la comida era insípida. Le faltaba el ultimo toque. La actitud del equipo era completamente antigua No pudieron ver que lo hice por el idioma, yo era el único que hablaba español. Pero no fue por ir de listo o de hombre moderno la sonrisa tan negativa que me echaron cuando pregunté por un vino concreto del Priorato. Precisamente unos profesionales como ellos deberían haber notado que la pregunta que hice era porque quería un sabor concreto. Pero era como que no se podía comunicar No tengo duda que Zalacaín fue un gran sitio, y que todavía vive del aura de sus clientes selectos de toda la vida...pero deberían cambiar la actitud. Cuando se solicitó la tabla de quesos, por ejemplo, se pidió que, por favor, eligieran solamente quesos de tipo azul. Los tenían en su selección, pero parece que tampoco les sentó bien que tuviéramos ese deseo, pues de queso azul sólo llegó un tipo...Y para punto final el precio que cobran por los aperitivos que ellos dan, y la teja con el café que también viene de ellos es desorbitado. Es una pena, porque el sitio es precioso, y me parece muy bien que guarden etiqueta, y este comentario me gustaría que ellos lo vieran, porque es de intención constructiva.."
