"¡Hola! Soy Isabel de @im.sao. El sábado pasado fui con dos buenos amigos a un lugar donde se puede comer carne hasta no poder más. Después de mucho tiempo, decidimos darle una oportunidad a este restaurante. Finalmente, nos asignaron una mesa, nos frotamos las manos y comenzó la acción. La atmósfera es muy agradable, y todo gracias a la atención de Breynel, un camarero que está dispuesto a contagiarnos con su buena energía y que tenía la predisposición de llenarnos de comida, como si fuera mi abuela (frijoles, arroz, ensalada, plátano maduro, etc.). Todo estaba muy rico. Las carnes son muy sabrosas, más que en otros lugares (para mi gusto). Es cierto que se necesita un poco de tiempo para reponer las bebidas, pero no es culpa del personal, sino de la falta de ellas. Salí del restaurante y deseaba no haber comido tanto, pero aquí dejo mi truco: cuando llego a casa, tomo un vaso de leche con pastel y ¡listo!"