"La carta es estándar de todos los Vips, con un poco de todo (brochetas, pasta, sándwiches, postres). Puedes ir para el almuerzo, merienda, cena o desayuno, y tienes platos más especiales o ingredientes innovadores. La atención deja que desear, se trata a los clientes de manera apresurada, hay necesidad de llevar los platos y retirarlos, así como también la cuenta. El lugar es pequeño y cuando está en un centro comercial muy concurrido se nota que se satura en ciertos momentos y se vuelve abrumador. La relación calidad/precio permite desear, por el servicio prestado y las raciones, es algo caro. Además, en la carta todos los precios están unificados."