"Bar típico de fritos regentados por chinos. Con la consumición de bebida acmpañan una tapa, (patatas fritas en este caso). Viernes noche, tres personas para cenar en interior (aunque el espacio es mínimo). Nos sirven la bebida con la tapa y pedimos los platos. Más de media hora después, con la bebida ya consumida, preguntamos si van a tardar mucho tiempo en servirnos las croquetas. Al parecer les sienta mal que se pregunte... la respuesta fue que como tienen llena la terraza, lo nuestro va con retraso. Indicamos que eso se debería informar en el momento de hacer el pedido, ya que es posible no disponer de ese tiempo de espera. Hasta el cocinero salió de la cocina. Por fin, cuarenta y cinco minutos después de pedir llegan las croquetas. Se pidieron de varias clases, aunque llegan todas en el mismo plato. Preguntamos al camarero (al que no es de origen chino) si nos podía decir cual era el sabor de cada una... la respuesta (con muy poca educación) fue que ahí tenía el cuchillo y las partiera para ver. Realmente el servicio deja mucho que desear, con esa actitud solo pueden espantar a la clientela. Borrado de la lista de posibles nuevas visitgas. Nada recomendable."