"El restaurante es agradable, muy limpio, con buena iluminación y un personal excelente. Además, el tiempo de espera entre plato y plato es perfecto. De entrada, te traen un mini aperitivo (un bocadito en palillo) después de pedir la bebida, para abrir el apetito. Como primer plato, probé el canelón fino de pato con boletus. Viene presentado en un mini platito alargado y tiene un sabor muy equilibrado, con una salsa muy agradable. Como segundo plato, opté por el rabo de toro deshuesado con vino del Priorat. Estaba bueno, aunque no me sorprendió mucho su sabor. La ración era bastante pequeña y esperaba algo más generoso por el precio que pagué. La relación calidad precio es aceptable, pero las raciones son más pequeñas de lo habitual. Para una cena ligera está bien. Sin embargo, el producto es de alta calidad y se nota su frescura, especialmente el pato. Recomiendo probar el agua con gas Cabreiroà por 4.5€."