"Experiencia que debes vivir al menos una vez en la vida. Servicio de diez, cercano, profesional y sobre todo de la vieja escuela. Esa que hace sentir al cliente el centro de la experiencia culinaria. Comimos grandes clásicos de la casa, todos muy bien ejecutados y acompañados de salsas sabrosas y guarniciones contundentes. Muy ricas las famosas patatas souflés. Mención especial a los postres elaborados vista al cliente, al igual que muchas otras elaboraciones. Que rico estaba el Viña Albina del 61."