Bar Restaurante Casa Cuello-morillo De Tou

Gracias por tu comentario, Anadel. Ha sido un trabajo de muchos años y con la participación de muchas, muchas personas. Estamos felices de que hayas disfrutado y te animamos a seguir visitando y disfrutando de este centro de vacaciones del pueblo recuperado con comidas caseras. Si te gustan los pintxos, te animamos a probar nuestro menú mitológico este otoño. ¡Hasta pronto y gracias!

Gracias por tu reseña, Anadel. Ha sido (y sigue siendo) un esfuerzo de muchos años y con la colaboración de muchas personas. Nos alegra que te haya gustado y te animamos a seguir visitándonos y disfrutando de este centro vacacional en un pueblo recuperado. En cuanto a la comida de Casa Cuello, si te gustaron los pintxos, te recomendamos probar nuestro menú micológico de este otoño. ¡Hasta pronto y gracias!

Comimos en el bar exterior no en el restaurante. Ni fu ni fa.. como se suele decir cuando algo es del montón. Comida normal, podría mejorarse mucho más con todos los productos de calidad de los que disponen. Servicio mejorable (depende de quien te atienda puede ser algo agradable o todo lo contrario).. pero no transmiten nada de amabilidad. La terraza no está mal, muchas mesas ya estaban reservadas. Tomamos unas raciones y unos bocatas. Un poco caro para lo que era. No está mal para salir del paso.

Lo que han hecho con estas personas expropiadas y tantas otras para la construcción de una presa es digno de elogio. Morllo se ha convertido en un complejo hermoso. Junto a la carretera y al camping se encuentra este restaurante, al que ya no nos dieron una mesa por llegar tarde, pero nos ofrecieron unos fantásticos pintxos y fritos hechos por la señora que estaba en la barra, se nota que sabe lo que hace. La terraza bajo los árboles es de lo más agradable. Ojalá hubieran hecho algo similar con Jánovas.

Lo que han logrado con este pueblo expropiado como tantos otros por la construcción de una presa, es admirable. Morllo se ha convertido en un precioso centro vacacional. Junto a la carretera y el camping se encuentra este restaurante, al que ya no pudimos conseguir mesa por llegar tarde, pero nos ofrecieron unos deliciosos pintxos y fritos preparados por la señora que estaba en la barra, que claramente sabe lo que hace. La terraza bajo los árboles es realmente encantadora. Ojalá hubieran hecho algo similar con Jánovas.

Fuimos a cenar el 12.06.17, la hamburguesa estaba cruda, las papas fritas crudas. La sepia se había agotado, así que me ofrecieron espinas rebosadas por el cocinero, lo cual fue una mentira. Eran empanadas rayadas de calamar y patatas fritas congeladas. Finalmente pedí un café solo, para mi esposo y le sirvieron uno con leche y llenaron una taza rota de arriba a abajo. Ni la camarera ni el camarero se disculparon, solo lo hizo el dueño que lo había visto todo y escuchado. el desayuno era el mismo café frío, que fue recalentado por el dueño en el microondas después de que le dije que estaba frío y la tostada estaba dura como una piedra.

Estuvimos cenando el 12.06.17 y la hamburguesa estaba cruda, las patatas fritas estaban crudas también. No tenían sepia, así que nos ofrecieron puntillas rebozadas por el cocinero, lo cual resultó ser una mentira. Eran tiras de calamar empanadas y congeladas de bolsa. Para terminar, pedí un café solo para mi marido y nos sirvieron uno con leche, en una taza rota de arriba a abajo. Ni la camarera ni el camarero se disculparon, ni siquiera la dueña que había presenciado y escuchado todo. El desayuno fue igual, con café frío que la dueña recalienta en el microondas después de decirle que estaba frío, y la tostada tan dura como una piedra.

Mi calificación de 2 estrellas se debe al precio. Medio sándwich de bacon y queso, un café americano y un jugo de una botella pequeña, algo más de €10, muy caro. ¿Si hubiéramos pedido un sándwich completo, cuánto habríamos pagado? €14 o €15, el precio es excesivo, aunque la calidad del sándwich es muy buena. El servicio un poco lento y me sorprendió que no pudieran hacer sándwiches antes de las 12 del mediodía, aunque lo hicieran para nosotros porque faltaban 10 minutos para las 12, pero lo primero que salió fue un rotundo NO cuando lo solicitamos. Caballeros, a esa hora hacen vermú, los sándwiches son para el desayuno o a lo largo del día, debe de ser muy difícil hacer un sándwich.

Cuando se visita un sitio, desgraciadamente todo nos influye, queramos o no, incluso las cosas que no se pueden controlar. En este caso creo que me ha influido el tiempo que hacía. Intenté llamar para reservar, pero las tres veces que llamé, el teléfono sonó sin respuesta. Al llegar quedaban los lugares menos atractivos para sentarse. El calor ha dificultado mucho el disfrute, y aunque por supuesto esto no es culpa del restaurante, el hecho de que tardaran en atendernos no mejoró las cosas. Había que decir que el sitio estaba bastante lleno. En fin, lo importante. Pedimos una ensalada César. Muy recomendable, completa, sabrosa y abundante. Un churrasco, que aunque estaba bueno de sabor, tení...