Cantina Rutas Verdes

Servicio diligente y amable. Menú de fin de semana 17 €. Nos decantamos por las raciones, que según mi opinión, si cabe reseña alguna es la escasez de las mismas.

Pues lo dicho los menús tenían muy buena pinta, pero yo iba buscando algo en concreto, la famosa olla podrida burgalesa, es la mejor zona para comerla....incluso en verano.

Fuimos a comer con reserva hecha y no tenían la mesa disponible a la hora que habíamos reservado. Teníamos tiempo limitado para comer (estabamos de excursión en Atapuerca). Nos estropeó el día, muy poca profesionalidad. Ver carta

Reservamos en el mismo día, un poco antes de visitar Atapuerca, y no nos pusieron pegas. Muy buen trato. La comida fue abundante y bien preparada. No me pareció barato, quizás un poquito caro. La experiencia global fue buena.

Tienen un comedor donde te ofrecen menu con 4 primeros y 4 segundos mas postre por 11 euros. Esta en Ibeas de Juarros a 2 kms de los Yacimientos, por lo que si vas a visitarlos por la tarde puedes comer alli. El trato correcto, aunque te meten prisa, estan como deseando que acabes de comer para largarte. La comida esta bien.

Acudimos a comer con motivo de nuestra visita a los yacimientos de Atapuerca. Reservamos ese mismo día y nos dieron para tarde con poco tiempo para comer pues en seguida teníamos que seguir con la visita. El poco tiempo que tuvimos nos deslucio un poco la comida pero tengo que reconocer que todos los platos estaban muy ricos, quizá algo por debajo los postres. Recomendable Ver carta

Reservamos una mesa para comer durante la parada que hace la visita guiada a Atapuerca. La verdad es que no esperábamos mucho pero resultó ser una muy agradable sorpresa. Sin problemas con la reserva, nos atendieron con mucha amabilidad y rapidez. Los platos llegaron enseguida y nos gustaron bastante. De la olla podrida, mucho mejor las carnes que las alubias, que resultaron algo sosas y pastosas. Repetiríamos sin dudarlo.

De paso para el yacimiento de Atapuerca, paramos a almorzar. Cuenta con un comedor en el primer piso, funcional y cómodo. El menú, de 9€ (agosto 2018) ofrecía 4 primeros y 4 segundos, bebida, postre o café. En nuestro caso, escogimos de primero alubias rojas y melón con jamón; de segundo, salmón a la plancha y pollo en salsa. Todos platos caseros. Servicio rápido. Sinceramente, en mi opinión no se puede pedir más por ese precio para un bar de una pequeña localidad de 1.400 habitantes.

Muy mala experiencia. La camarera rubia muy desagradable con comentarios fuera de lugar. La olla podrida muy escasa y además no te dejaba ni elegir para pedir. La carne seca y pasada. La merluza ni de hospital, y una ensalada de gulas y gambas ridícula, que solo llevaba lechuga y un tomate cherri. Pedimos la carta de vinos, y no tenían y de dos vinos blancos no se sabía los nombres, nos dijo que nos descontaba la diferencia sin saber los precios y sin preguntar. Estamos muy decepcionados con la experiencia. No lo recomendamos en absoluto. Ver carta