Casa Olegario - Menú

buena comida en la playa. el personal era muy atento y amable. Repitamos sin duda.

En la cuenta había dos cañas de más , una jarra y plato, hay que revisar la cuenta

impresionante atención del propietario miguel, super bien servido y excelente pescado fresquito! a

muy completo y con lista de espera. es muy limpio y come muy bien. precios un poco altos. El personal es encantador.

todo muy bueno las papas dulces con almogrote espectacular y los hongos de relleno. buen tamaño de las raciones, tratamiento agradable

Me gustó mucho el lugar, fui con una amiga a comer que ya había estado allí, los camareros muy atentos, la comida abundante y de buena calidad, sin duda volveremos.

Fue una grata sorpresa, ya que comimos escandalosamente bien, con unas vistas chulísimas al mar. Esperamos un rato a que nos tocara, porque te dan número como en el mercado, pero puedo decir que mereció la pena La atención fue super buena y se preocuparon en todo momento porque estuviéramos cómodos y bien. Si acaso los platos salieron un pelín fríos, pero cosa comprensible y muy perdonable debido a la gran cantidad de gente que había. El barraquito estaba buenísimo. Nos fuimos muy felices por lo bien que habíamos estado allí. Volveremos

Hoy tocó visitar Candelaria y, a la hora de comer, fuimos a lo seguro. Casa Olegario, sigue manteniendo el carácter de lo tradicional Al no tener un pescado que nos entrara por la vista (pescado había, pero poca variedad) nos decantamos por una sabrosa y completa ensalada, unas lapas (algo duras, pero con buen sabor), mejillones exquisitos, zamburiñas deliciosas y unas sardinas muy buenas. El resultado: satisfacción casi plena. Hubiera sido perfecta, si presentaran postres de elaboración propia. Lo mejor, sin duda, la atención que te dan.

Hemos venido a comer viendo las reseñas y, para nuestra alegría, se quedan cortas. Un poco de espera, normal, es domingo, pero la gestión de los números con mucho arte y salero. La carta, espectacular el pulpo, los calamares, chopitos, camarones (media ración que parecía una y espectacularmente buena), coquinas.. todo para repetir. Los postres, igual, quesillo tremendo, a morir, y café superbien tirado. Calidad precio suprema. Los camareros geniales y especialmente nos encantó Clara Valentina, diligente y profesional. Repetimos antes de marcharnos seguro.