"Fantástica experiencia, su ubicación es increíble, a pocos metros de las maravillosas aguas mallorquinas. He disfrutado de tantos platos que aún recuerdo su carpaccio de salmón, las deliciosas croquetas caseras y su tataki de atún. El pulpo a feira está preparado al estilo gallego. Además, algo que sin duda mejora la experiencia es comer en la terraza, bajo los maravillosos árboles que hay en el paseo. El personal es de lo más amable y profesional; seguramente volveremos cada vez que visitemos Mallorca. ¡Nos encantó!"