El Gallo Feliz - Carta

Vine a cenar por la noche y la verdad que la comida muy buena y buen atendimiento . Calidad y precio normal

Mientras me haya ido, he amado la comida y he recibido un trato muy profesional y agradable. Lo recomiendo.

Buena comida. Arenques. Entrecot. Solomillo. Pinchitos. Pollo. Pez espada. Postres Con vistas a las Canteras. Ver carta

Ha sido una experiencia muy buena y muy recomendable para ir en familia.la comida y el servicio de 100 y las vistas al mar .

superlativo! cantria blanca especial, platos el tigre y el gallo feliz pescado típico de la isla,) camareros muy amables y la vista del maravilloso l'oceano!. ¡M'emboracè feliz!

Estupendo restaurante en la playa de Las Canteras.Para La comida muy buena, los langostinos al curry los pedimos siempre que vamos. El solomillo al Pedro Ximenez estaba exquisito. Los plátanos flambeados súper buenos. El servicio rápido y los camareros súper atentos. Relación precio/calidad, perfecto. Ver carta

Situado en la avenida con la playa enfrente. Sentado afuera para disfrutar del excelente clima. Este lugar es famoso por su salsa de pimienta (la pedí con pescado pero famosa con pollo). La tostada de champiñones con queso gratinado también es su especialidad y está deliciosa. Las patatas fritas eran como las que prepara mi cocinero en casa, finas y crujientes. Y el mouse de chocolate está riquísimo, textura justa.

Buen sitio para comer, enfrente de la playa. Precios razonables, comimos el consomé de gallina, muy buen sabor, chili con carne, una ración más que suficiente por el precio y estaba bien. También comimos pollo desmenuzado a la pimienta flambeado, acompañado de patatas y arroz y muy bueno. No me gusto mucho el trato de los camareros, con caras largas y me sabía hasta mal pedirle cosas, la única excepción fue un calvo con pajarita que fue el único amable y atento.

Es uno de mis sitios favoritos desde que era pequeña. Es un lugar acogedor. Mi experiencia está última vez fue diferente a otros años del cual he ido. Un camarero nos pasó para la sala de dentro y era un sitio muy reducido. Otro de los camareros del que nos atendió nos tomó la comanda pero he de decir que no paraba de hablar y pegarse chistes con unas personas que se notaba que eran como muy familiares en el local, mi acompañante y yo no pudimos conversar porque se les escuchaba mucho más a ellos. La comida riquísima, si me gustaría añadir que una mantequilla echa por ustedes estaría mejor. Gracias Ver carta