El Medievo - Menú

La comida muy abundante y buena. Los camareros excelentes, amables y profesionales

Lugar recomendable, tanto en la comida como en el servicio, gente fantástica. Lo que pedimos nosotros buenísimo, pero todo lo veíamos sacar llamaba la atención

Las tapas son muy buenas. Destacar el canelón de rabo de toro y la tosta de secreto ibérico, exquisito! Las croquetas de jamón muy jugosas. El servicio encantador y el lugar de ensueño!

Fantástica ubicación en la Plaza Mayor de Trujillo. Los platos que pedimos estaban todos muy buenos, las carnes en su punto, y muy importante, sensibilizados con las necesidades de los celíacos

Después de un viaje largo, volver a Trujillo y tomar, en su Plaza Mayor, una sarten con huevos, foie, cebolla caramelizada y patatas fritas, acompañado todo con un vino de la tierra y recibiendo una atención profesional y agradable, es, sin duda, una historia para recomendar.

Buen sitio para cenar en la Plaza con un sistema humificador que conseguía refrescar. En pareja. Pedimos tres platos a compartir. Los canelones ,buenos. La Oblea un poco incómoda de comer, pero rica. Y los huevos con foie, suculentos. La atención, amable, pero un tanto lenta…. Recomendable. Sin duda.

En un día terrorífico de lluvia y viento entrar en un sitio acogedor, calentito, bonito y agradable en plena Plaza Mayor de Trujillo ha sido todo un acierto... Pero lo mejor estaba por llegar: la comida buenísima, los callos, el canelón de rabo de toro y un insuperable bacalao dorado... Hemos disfrutado mucho. Y nos han atendido de forma profesional y atenta. Volveremos, seguro...

Hemos comido hoy allí, en la terraza. Nos ha llamado la atención lo decorada y lo bonitas que estaban las mesas pese a ser una terraza. Hemos compartido unas tapas-raciones y estaba todo muy rico. El cachopo, la tosta de solomillo y las migas. No llevan 5 estrellas por que pedimos en un principio carpaccio y tataki de atún, y no tenían ninguna de las dos. Nos hemos quedado con las ganas... aún así, es un buen lugar para comer!!

La terraza estaba menos de la mitad llena. Después de esperar unos diez minutos para el camarero, pedimos dos bebidas y el menú para encontrar algunas tapas. Esperamos otros diez minutos más hasta que finalmente pudimos pedir la tapa. Antes de que se fuera el camarero, cambié mi pedido, lo que lo hizo parecer molesto. Cuando llegó la tapa, era una porción entera, por el doble de lo que costaba la tapa (10€ en lugar de 5€): un chupito de cerveza pequeño, una copa de vino blanco regional y una porción de patatas fritas de cerdo, por 18€. ¡No revisé la cuenta! Aunque me temo que estaba incorrecta. ¡Solo quería irme! Definitivamente no recomendaría este establecimiento a pesar de la buena ubicac...