Galoria - Carta

Todo muy bien,buen trato,buenos precios,calidad,aunque no pude disfrutar del todo,por temas personales.Muy bien

Restaurante acogedor con una decoración preciosa. La comida buenísima, buen producto, sabor... Repartiremos sin duda pronto para seguir probando platos de la carta!

Estuvimos el domingo. Un lugar muy original. Los entrantes fueron excelentes, la tosta de foie y las alcachofas. De plato principal probé un solomillo Wellington estupendo!!! Y el postre fue un chocolate espectacular. Ver carta

Calidad del producto, atención de 10, recomendaciones fuera de menú. Restaurante con un toque muy especial tanto en la decoración interior como en su patio. Pedimos ensalada de burrata, alcachofas, verduras en tempura y canelones.

El jardín es un entorno agradable y después de un largo día de viaje teníamos grandes esperanzas. Desafortunadamente, la comida es patética. Porciones minúsculas y simplemente arrojadas juntas sin arte ni habilidad. Tal vez estaría bien como tapas. Pero los precios sugieren una comida completa. ¡Tuvimos que ir a comer pizza después!

El cariño, la delicadeza... Gustavo, en la cocina, Francis, en sala; todo se nota... quisieron abrir algo fuera de lo habitual en la zona , y han montado un proyecto precioso. La comida es una delicia (atención a las zamburiñas y ESA salsa, y la hamburguesa vegana), y la cercanía en el servicio es la guinda en el pastel. Un lugar que es un regalo; parada esencial para cualquier estilo de viaje. Ver carta

Sin duda, uno de los mejores restaurantes a nivel nacional. Todo es de alto nivel: el trato, la calidad del producto, la elaboración, el esmero y la profesionalidad, así como el ambiente. Es claramente un restaurante de lujo, y al hablar con Francis o Gustavo, los dueños, te das cuenta de que su trabajo es su vida y su vocación. Es una parada obligatoria no solo en Burgos, sino que vale la pena hacer una escapada para disfrutar de las delicias que preparan. 100% recomendable.

Este es uno de los lugares más hermosos en los que he comido en mi vida. Excelente y amplia variedad de comida en un ambiente tranquilo y cálido, acompañado por música suave y hermosa a bajo volumen. Beatriz fue excepcional como nuestra camarera, cuidando de todas nuestras necesidades. Recomendamos los "Quesos que saben a besos", una fina selección de quesos de productores locales, con pan, membrillo y "piquillos" tostados, alargados y delgados, y también algunas galletas saladas muy finas especiales.

Estaba muy concurrido, pero el dueño logró hacernos un hueco. Es un restaurante muy familiar y el servicio fue rápido y amable. Generalmente, optamos por comida española en España, pero el menú de hamburguesas parecía interesante. Compartimos 2 hamburguesas, una de cordero y otra de carne. Ambas estaban perfectamente cocinadas y sabían estupendamente. La botella de vino era muy razonable. La crème brûlée, excepcional. Una velada perfecta en un entorno encantador. ¡Tuvimos una buena charla con el dueño a pesar de las dificultades lingüísticas por ambas partes! Ver carta