Hostal Biazteri - Menú

La comida buenísima y el servicio encantador, especialmente Lojan. Volveremos.

El camarero Lojan es un máquina. La comida magnífica y muchísima profesionalidad.

Un sitio increíble. Bien situado y muy amable el personal. Comimos un menú de 35€ muy rico y con mucha cantidad. Todo casero. Para repetir.

Super recomendable. Se como de 10. Fue un menú es de calidad y cantidad. Todos los platos que daban a elegir eran increíbles. Excelente. El trato del personal inmejorable. ¡La mejor tarta de queso que he probado nunca!

Nos recomendaron este lugar como el mejor lugar de pintxos en Laguardia. Yo solo tomé una copa de Rioja, la cual fue totalmente aceptable, pero mi esposa y mi hijo mayor probaron (según ellos) unos pintxos excepcionales.

La comida era excelente, deliciosa, generosa y cumplía con los más altos estándares españoles, el personal era muy amable y el vino de buena calidad, incluso el vino de la casa era de calidad (lo cual puede variar mucho en otros lugares). Nos dimos cuenta de que muchas personas claramente habían elegido ir allí, y pudimos ver por qué.

Cenamos muy bien. La comida estaba muy rica, elaborada y con buena materia prima. El servicio fue amable y rápido. La zona del comedor está bastante bien si lo comparas con la zona de pinchos, estos ambientes en esta región no se cuidan demasiado, así que no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones. Gran variedad de vinos. Las raciones son abundantes así que si no coméis mucho cuidado al pedir.

El trato muy bueno. Desde el hijo del dueño que está en la barra que quería invitarnos por la espera para el restaurante, hasta l@s camarer@s. Muy atentos. He de decir que las pochas estaban riquisimas. El entrecot..... enorme ... Un pelin más pequeño no hubiera estado mal, jeje, pero la verdad es que estaba muy muy rico. El cordero de mi mujer extaba exquisito y el bacalao lo mismo. La verdad es que es muy recomendable y muy bien situado. Volveremos.

Visito Laguardia al menos una vez al año y este ha sido un buen bar en el que tomar una copa y algunas tapas buenas. Mi última visita fue en febrero de este año cuando aún estaba a la altura. Esta vez el bar estaba lleno de clientela local y me alegré de volver. Sin embargo, estaba claro desde el "hola" que el barman sentía que no necesitaba tratar a un extranjero (incluso uno relativamente fluido en español) con nada más que desdén. Se alejó un par de veces mientras yo intentaba pedir y su idea de una copa de vino era mucho menos de lo que se obtiene en los otros bares de la ciudad. El bocadillo de jamón tenía queso a pesar de que mencioné una alergia al queso. Lo dejé después de un bocado....