La Repesca - Menú

Personal amable y atento. En plena plaza de Chinchon. Buenas vistas y comida espectacular a buen precio.

soleada terraza. Camarero atento. Recomiendo probar platos de empareja con vinos jerez. precio correcto. calidad de los platos. bien preparado.

gastronomía local y un acogedor patio con vistas a la antigua lavandería. Le recomiendo, como siempre, pedir vino de la zona. en este caso el vino joven de jesús del nero

espectacular espacio, molino de piedra, aceite trouser, hoguera, brasa y buen vino. el servicio nos decepcionó un poco, ellos todavía tenían un mal día, tenemos que visitar si vas a chinchón

Muy buen sitio. Tomamos un par de cervezas con unas croquetas que estaban realmente buenas. Trato genial y el sitio está justo al lado de la Plaza Mayor de Chinchón. La comida es de calidad.

Nos reservamos el día anterior, la atención y la puntualidad muy bien. Probamos varias tapas y todo muy bueno. el vino tinto de la zona valía la pena. cerramos con una torrija muy deliciosa de postre

En la misma plaza principal, es un lugar muy pequeño, con una amplia variedad de vinos por tazas para combinar con las tapas y elaboradas raciones que componen el menú. tienen pequeñas mesas altas afuera y aunque era febrero y no pasamos frío por el calentador que tienen. muy agradable para las vistas, la comida y el tratamiento recomendado.

la columna es un pequeño restaurante uno de cuyos principales atractivos es su patio cubierto interior, que en verano es al aire libre. ofrece un tipo tradicional de cocina, que destaca los pedazos de hospitable, los frijoles chinchoneras, el asadillo o las papas fritas. En su carta no hay otros asados: chochinillo, cabra y lejía, o postres caseros, como la leche frita de la abuela, las torrijas y los surtidos de la casa.

Pasamos por allí por una recomendación de buenos vinos y aperitivo. El vino, un Ribera medio (bastante bueno) pero el aperitivo dejaba mucho que desear. Un platillo pequeño de frutos secos. Vaya para pagar 3.20 x un vino no se merece ese aperitivo. El camarero hay que decir que súper amable. Hizo todo un ritual para abrir la botella. Pero el madrileño necesita una buena tapa. No probamos la carta porque íbamos de paso, pero parece un sitio de calidad y de delicatessen. Quizás otro día me anime.