"Un lugar que nos sorprendió desde que llegamos. Está al lado del museo, bellamente decorado, con una terraza que da a un jardín y lo que parecía un pequeño anfiteatro. Raquel, la chica que nos atendió, encantadora, atenta y muy pendiente de los clientes. Acaban de cambiar el menú, y tengo que decir que todo lo que comimos fue un 10. Pedimos hummus, arroz frito con pato, canelones de atún, champiñones con yemas de huevo de corral y tacos. De postre, crema brulee y pastel de zanahoria. Todo esto acompañado de una cerveza y una botella de vino Barredero. Calidad y precio inmejorables, nada caro para lo que comimos. Ah, y por supuesto, con el mejor pan de Horno Martín Naranjo. Solo quiero felicitar a José, porque es un profesional y así complace todos los sentidos. Gracias por todo."