Parador De Tordesillas

TODO PERFECTO,HA SIDO LA PRIMERA VEZ QUE HE IDO A COMER A UN PARADOR Y LA EXPERIENCIA NO PODIA RESULTAR MAS SATISFACTORIA

Hemos pedido bacalao y gallo exquisitos. Excelente ambiente con mucha distancia entre mesas, además de un servicio atento y rápido. Repetiremos sin duda.

El lugar es agradable y agradable. Para mí, la comida es escasa y ya no es lo mismo. Las croquetas no me convencieron y la tabla de embutidos estaba transparente. La ensalada estaba buena. También desayunamos y casi fue mejor que la cena.

La comida fue genial en un comedor muy impresionante y pintoresco. Trajeron el vino, no corregido, entonces no lo vierten para la degustación, pero simplemente la botella abierta en la taza de hielo que pensé era muy extraño, así que les di 9.5 de 10 finalmente puedo servir mi propio vino, simplemente no acostumbrado a él....

La cena no fue buena. Creo que faltó más información por parte del personal acerca de los platos que elegimos. Esa noche teníamos antojo de verduras y así se pidió, pero lo que vino era más de lo mismo, demasiada mezcla de lechuga en ambos platos y el tercer plato, de puerro, muy pobre. Se salvó el postre gracias a una de las camareras... leche helada. En total, claro SUSPENSO.

Volveremos sin duda, ya que queremos disfrutar de la experiencia completa en el parador que nos encantó. Solo pudimos parar a comer. El único inconveniente fue que no asociaron mi número de Amigos de Paradores, a pesar de habérselo dado previamente, aunque sí aplicaron el descuento del Gastrobono Paradores. Íbamos de camino a otro lugar, pero todos los platos estaban deliciosos, no hay nada que objetar ni a la cocina ni al servicio.

He visitado y escuchado el servicio del restaurante muchas veces, excepto en los últimos dos años y siempre ha sido muy bueno, pero en esta ocasión no fue así, por lo que pedimos chochinillo o lejía nos decepcionaron. Estos dos platos estaban muy por debajo del nivel que esperábamos, por lo que en la próxima visita, estos platos tan "nuestros" (8/10) eran vallisoletanos, tenemos el nivel que tenían y son nuestra bandera gastronómica.

Nos tocó la mesa gafada, pedí cochinillo y llegó cordero, me dijeron que se habían confundido y que podía comer el cordero porque si no, tenía que esperar veinte minutos. Esperé treinta minutos porque a mí me apetecía el cochinillo, no el cordero, y llegó el cochinillo. Pedimos la cuenta y después de pagar nos dimos cuenta de que habían cobrado lo comido y el cordero no comido. Otros veinticinco minutos de espera, por lo demás todo bien.

Tocó la mesa de la gafada, pidió un cerdo y llegó un cordero, me dijeron que habían sido confundidos y que podía comer el cordero porque si no tenía que esperar veinte minutos, esperar treinta minutos porque estaba apegado al chochinillo sin cordero y vino el chochinillo, pedimos la cuenta y después de pagar nos dimos cuenta de que habían tomado el comer y el cordero no comido, otros veinticinco minutos esperar, de lo contrario todo bien.