Sa Fonda - Carta

Hermoso restaurante para comer en el mismo monasterio de Lluc. Ya sea en verano o en invierno, el lugar es privilegiado por su ubicación y vistas, al mismo tiempo que la comida es muy buena. ¡Lo recomiendo totalmente!

restaurante situado en el edificio que alberga el monasterio de lluc. El horario de la cena es de 19:30 a 20:30h. el personal, amable y agradable. el calamar en el plato con adorno y ensalada cuesta unos 17€. la caña 2,50 €. también tienen pizza vegana (con queso vegano.) todo era rico.

Fui a celebrar las bodas de mi cuñado en el restaurante y no puedo darle más que la máxima puntuación. La comida es muy buena, en cantidad y calidad, y el servicio es excepcional. Los dos camareros que nos atendieron, Tolo y Biel, son unos grandes profesionales y además simpáticos. En resumen, un lugar excelente. Ver carta

Nos quedamos en el monasterio un fin de semana y una noche fuimos a cenar. lugar muy espacioso y acogedor. servicio correcto. la comida que probé me consiguió. enfatizar que la tumbet es uno de los mejores que he probado, muy recomendable para probarlo. Tienes que tener en cuenta que deberías ir pronto, al menos en la cena.

después de la noche a la noche en lluc y habiendo incluido media pensión, los camareros nos han ofrecido varios platos fuera de la carta. Después de varios días y conocer al personal, felicitaciones a todos y especialmente a los cocineros por el trabajo que hacen como pocos empleados. Felicitaciones por el trabajo que hacen y hacernos la estancia más cómoda.

Me gusto mucho que sirvan platos simples y muy sabrosos. Hoy cené un llom amb coll. Muy abundante y rico. El frit como siempre muy bueno. La atención muy bien. El vino de la casa, bien. Me hubiera gustado un franja roja de José l ferrer pero no tenían esta noche. En resumen lo recomiendo si se hospedan en el monasterio de Lluc. He venido en varias oportunidades y siempre he comido bien. Ver carta

Pasamos unos días en el albergue de Lluc y desayunamos y comimos en Sa Fonda. El trato recibido por todo el personal ha sido excelente y detallado, ofreciendo una atención especial a nuestras hijas. Entre todos los platos del menú destacamos el "tumbet", el cordero con patatas y las croquetas de espinacas. En cuanto a los postres, el "gató" de almendras es espectacular, al igual que la tarta de queso con arándanos. Es un lugar 100% recomendado.

Fue en el siglo xix, cuando los misioneros de los corazones sagrados que se encargaron del santuari vieron la necesidad de expandir la cocina antigua de los peregrinos todavía goza de un ambiente antiguo y cierta espiritualidad, es un amplio recinto para 200 comensales con tan columnas, techos altos y un clásico obvio. Dicen que aquí tomas una caja de excepción, la comida mallorquina sobre todo merece verte, aunque no vas a comer, deberías tomar algo en tu terraza.

Fue en el siglo XIX, cuando los Misioneros de los Sagrados Corazones que se hicieron cargo del Santuari, vieron la necesidad de ampliar la antigua cocina de los peregrinos. Todavía goza de un ambiente antiguo y de cierta espiritualidad, es un gran recinto para 200 comensales con sus columnas, altos techos y un clasicismo evidente. Dicen que aquí se toma un cabritillo de excepción, comida mallorquina especialmente. Merece la pena verlo, aunque no vayáis a comer, recomendable tomar algo en su terraza al sol. Ver carta