Taberna El Papagayo

Los perrigambas, el kebab y la perriwey exquisitos. No se puede pedir más por menos. El servicio rápido y atento. Ni una pega.

Las tapas bien de sabor, pero caro y servicio muy muy lento. La tarta rusa ni se parece (1/10 parte de lo que se espera de un trocito). No volveremos.

Comimos en una mesita en la calle y nos llevaron la comida. Nosotras pedimos ventresca con pimientos y tosta de lacón. Estaba riquisímo Bien de precio. Ver carta

Ya había estado otras veces y genial, pero esta última visita un poco decepcionante, todo estaba correcto pero ya. El servicio bastante bien y de precio bien también.

Maravillosa e intensa experiencia en el centro de Zaragoza. Los anfitriones son maravillosos y podrás degustar platos muy típicos españoles. ¡Muy bueno el Parragamba! ¡Excelente hamburguesa de pescado!

Nos trataron muy bien a pesar de ir con un montón de niños. Había un perchero para los abrigos, lo que nos dejaba más espacio en mesa y sillas. Tardaron un poco en atendernos (estaba lleno), pero una vez que nos tomaron nota, la comida salió rápido y estaba buena. Ver carta

Salimos con algunos amigos y decidimos ir a Taberna El Papagayo. La comida estaba absolutamente deliciosa. Mi tapa favorita es la perrigamba con su salsa secreta, muy recomendada. Pero también deberías probar el patapulpo, el tartar y, para los golosos, el coulant con petazetas. A pesar de no tener una amplia variedad de menú, es uno de los mejores en El Tubo. Lo único que mejorarían es que me gustaría probar nuevos platos en los próximos meses.

Platos originales, únicos, no los probarás en otra parte. Perrigamba, perriguille, perriguey......locura. Los huevos rotos, la tortilla, la ensaladilla, la hamburguesa.....nada es como en otros restaurante. Lo recomiendo para probar sabores nuevos con amigos. A destacar el esfuerzo que hicieron durante la pandemia, adaptando horarios y personal para seguir dando servicio para llevar. De Y siguen siendo de El trato es excelente, a la altura de la comida. Probadlo, nunca habéis probado nada igual.

Es un restaurante bonito, con una decoración singular. La atención es muy buena y cercana, te dan recomendaciones muy acertadas, personalmente, recomiendo si puedes, compartir los diferentes tipos de perris para poder probarlos todos. Son muy singulares en cuanto a gusto y cada uno tiene su aquel, en general están todos bastante buenos. No tienen mucha variedad en la carta de postres pero los que tienen, están espectaculares. Un acierto si tienes hueco disponible en el restaurante ya que este es algo pequeño y no dispone de mucho espacio para los comensales. Ver carta