Xiri - Carta

Hemos tomado nachos hechos en casa con guacamole que estaban riquísimos, el servicio bueno y el ambiente también

Es un sitio pequeño, agradable. La camarera muy atenta y simpática. Lo que hemos comido estaba muy sabroso. Lo.peor los baños, muy justitos

Todo riquísimo la verdad. Muy buen ambiente, informal, amable, carta diferente con una oferta original y atrevida. Muy rico todo y con mucho sabor. Ver carta

Paramos a tomar una copa de vino, estaba completo, había reservas. Cuentan con nachos caseros, croquetas, gyouzas, etc...una carta muy variada, original y precios muy asequibles. Recomendable

Nos hemos atrevido con un ceviche de lubina salvaje y hemos acertado. El producto estaba bien tratado y fresco, son disimular con aderezos para darle el protagonismo al pescado. **** Mery sin apio pero rico también. El precio acorde con la zona.

Una experiencia culinaria realmente maravillosa, cada plato estaba delicioso y presentado de manera hermosa. Tanto los platos principales como los postres eran una mezcla de sabores sutiles. ¡Ojalá lo hubiéramos encontrado en nuestra primera noche, excepto en nuestra última. ¡Primera clase en todos los aspectos! Ver carta

Mi hijo y yo tuvimos una noche muy divertida. La revisión anterior que leí casi me desanimó, pero seguimos adelante. Hicimos la reserva en línea y la mesa estaba lista antes de tiempo. No cambiará tu mundo culinario, pero el personal fue divertido, no sofisticado... felizmente dieron recomendaciones y fue una noche realmente agradable.

En este pequeño gastrobar (bar, restaurante y coctelería) del centro de Donosti se trabaja un amplio concepto gastronómico. Desde la cocina, con un extenso horario y platos de carácter internacional (con algún pequeño toque tradicional vasco), hasta una oferta más que generosa de cocteles para todas las edades. Personal de mesa y barra agradable y diligente. Buena cena (sábado conviene reservar) y pendiente queda algún cóctel para una próxima visita.

Cuando los bares de pintxos están abarrotados de gente y necesitas un descanso del caos, es agradable encontrar un restaurante a unas cuadras fuera del casco antiguo que acepta reservaciones para una verdadera comida sentada. ¡Y qué comida! Comienza con cócteles. Tomamos mojitos (no demasiado dulces), el Vermut Xiri y el Ultraviolet, todas grandes presentaciones, expertamente hechas. Compartimos todo al estilo familiar: ceviche de lubina, tartar de atún en copas crujientes de tortilla, alitas picantes, gyozas, hamburguesa de cangrejo (¡un cangrejo entero en un pan!) y un gran plato de guacamole. Una fusión asiática vasca, ¡gran idea! Y un servicio amable y rápido. Ver carta