"Habíamos previsto ir antes de la declaración de panadería, luego un pequeño incidente y, en fin, imponderables que retrasaron la prueba de tan exquisita cocina.Por fin, lo conseguimos.Para empezar, la localización: excelente, en una amplia zona peatonal que permite la disposición de amplias terrazas que, con bien tiempo, dejan disfrutar del aire libre. Después, el local: sin grandilocuencia, acogedor y espacioso. Tal vez, por decir algo, la luz algo escasa; solo por decir algo porque la decoración es moderna y muy funcional.El menaje: una cuchara distinta para cada plato, no se repiten. Muy bonito y a juego con el plato que degustas.Amplia carta de vinos a un precio razonable.El trato: amable y cercano sin zapaterías, con una acertada, agradecida y variada descripción previa de lo que vas a degustar. Personal preparado y motivado, da gusto que te expliquen las cosas que, si no, no sabes lo que estás comiendo. Ágil y eficiente.Por último, aquí sí, lo más importante: el baobao de carne, las guiozas, el tiradito de gambas, el gazpacho de tomate verde con tarta de atún.. sencillamente, sin palabras pero, el jarrete de cordero a baja temperatura..¡¡absolutamente sublime!!¿Y qué decir de los postres? ¡¡¡Alucinantes!!! La torrija... ufff, la tarta de queso,... jooooo, y el De Valencia a Cuba... ¡¡madre mía!!¡¡De rechupete!!Nos ha encantado, sencillamente."