"Los camareros no eran los más simpáticos del mundo la verdad, el chaval joven sí que lo era un poco más, pero el resto no se si veníamos la semana después del puente del Pilar y estaban cansados de la tralla del puente o qué, pero bueno, el servicio fue bueno, al final que sean simpáticos o no es lo de menos, se agradece pero no es indispensable, prefiero la calidad que la simpatía. Pasamos un par de horas antes de comer y el menú para lo que se veía en el resto de restaurantes de los alrededores era aceptable, más cuando le preguntamos y nos dijo los platos, así que guardamos mesa para más tarde. El menú calidad-precio está bastante bien, lo que pasa es que para mi gusto las raciones fueron demasiado abundantes, yo creo que si bajaran las cantidades y un poco el precio lo tendrían a rebentar todos los días, el restaurante es tipo bodegón, la decoración y el servicio, por lo que muy mal tienen que hacerlo para se coma mal, en nuestro caso no fue así, no tengo ninguna queja de la calidad, tampoco es una queja la cantidad, es una sugerencia, porque sales del restaurante rodando de lo lleno que sales. La comida se veía que el producto era fresco y bueno y los postres buenos también. Para la zona que está no es excesivamente caro."