"La entrada al lugar es impresionante, se accede a través de una cueva que en algunos momentos permanece oscura, y al salir de ella somos recibidos por las vistas desde la terraza, con mesas frente al acantilado y otras en los huecos de la roca. Además, hay un par de bares que dan servicio a la terraza, así como un salón interior muy amplio con buenas vistas, ideal para la época más fría del año. A más de 1000 metros de altitud, este lugar permite contemplar las montañas sagradas de Gran Canaria, como la Roque de Granero y muchas otras formaciones. La ruta hacia esta ciudad es también una maravilla: un camino entre los cañones del desierto que te ofrece un paisaje muy diferente. Las vistas de este lugar son realmente impresionantes y merecen la visita solo por ellas. Pedimos un pan que estaba delicioso, nos dijeron que era de la tienda del pueblo, así que decidimos comprar algunos para llevar a casa. También pedimos unas patatas muy ricas, un poco dulces, algo distinto a lo que estamos acostumbrados, y una tabla de quesos. Todo estaba exquisito y nos atendieron hasta las 18:30, con gran amabilidad y atención, lo cual se agradece mucho. La comida fue deliciosa y seguramente disfrutaremos más de este rincón casi secreto. Quedé maravillado con las vistas y esa terraza, un lugar único y mágico que se accede a través de esa entrada en la cueva. ¡Vale la pena llegar en coche o motocicleta para cargar energías en este sitio! ¡Volveremos y lo recomendaré a todos los que visiten la isla! Por cierto, si puedes, reserva la mesa "secreta" en la roca de la izquierda; aparece en las fotos. Las 5 estrellas son para la terraza, por la comida y, por supuesto, por la amabilidad en atendernos a esas horas del domingo, cuando ya deberían estar agotados por el esfuerzo del día."
Tacos De Pescado
