"Íbamos buscando un sitio donde comer un buen cocido madrileño. No está mal el restaurante en general, el salón donde nos sentaron era muy estrecho y con las mesas muy pegadas las unas a las otras. Hacia mucho calor allí dentro, demasiado. El cocido lo servían en dos vuelcos, una sopa de fideos y un hermoso plato de verduras y carne, que llevaba un trozo de morcilla, de chorizo, otro de pollo, otro de tocino, otro trozo de carne de cerdo que no sé muy bien qué parte era, yo diría que era de la pata. También llevaba una especie de buñuelo y, por supuesto, los garbanzos y la berza. Lo que no me gustó es que estaba todo muy seco, el pollo estaba durísimo y la berza tenia calabaza. He probado cocidos mejores, la verdad. Y el precio, para la poca calidad, demasiado elevado, 25€ cada uno."