"Por suerte en mi residencia en madrid tuve que vivir más de un año en el barrio del pilar. lejos del turista de la casta histórica, el caos del centro comercial, el resplandor de las avenidas del Castro y el prado. el barrio del pilar es muy barrio, y allí, tres calles caminan desde mi casa, la hermosa casa de la mena. Está lleno de gente en todo momento, y eso es genial. el bar es enorme, siempre servido por entre 5 y 8 empleados. Tiene algunas terracitas (tablas en la calle), un salón un poco más privado y un enorme patio con mesas, pero siempre preferimos ir a hacernos un pequeño cuarto en el bar. Dany, el gerente, es de lo más amable y amable. ¡Siempre te recibo con ella para ver el par! ¿Les puse croquetas? y sí! las mejores croquetas del mundo son las de la merienda de la casa! en la pepa casera pides un par de cañas, y te liberan una ración de alas fritas de pollo, sí, sí, sí, libre, como en Argentina te ponen un par de maníes y palos salados, con los que hemos asistido a muchos domingos. costumbre es tirar los restos de las alas al suelo. Sí, orina y servilletas también. es que es común en Madrid que cuanto más sucio sea el suelo de un bar, más bien se considera, entender que mucha gente ha estado allí. otras recomendaciones: calamares fritos, jamón, tigres, sepias y algunas cervezas increíbles! Comimos de lo mejor, abundante, barato, y lo pasamos fenomenal. Entrar y recibirnos con ese saludo afectuoso fue como entrar en el bar de un amigo. salir lleno, pagar, y dejar un buen consejo para que las campanas del bar toquen era lo más agradable que podría sucedernos. tanto para que la despedida de madrid antes de volver a vivir en Argentina lo celebramos allí, en la parte de la sala de estar, y nos dio mucha tristeza y nostalgia para decir adiós a dani, del resto de los camareros, de ese hermoso bar, y de esas croquetas inolvidables! que quieres volver a casa pepe! a casa pepe que llega con autobús 42 desde la plaza de castilla, a la parada gta."