Casa Miguel - Menú

comida casera muy rica, especialmente el cocido montañes

Se come bien, menú de mediodía muy bueno y te ponen bien de cantidad

buena comida, buen bronceado, abundantes y de buena calidad. vale la pena parar.

Buen sitio pero solo habia una persona para el comedor, de un plato a otro mucho tiempo

Buenísima y abundante comida casera en Casa Miguel ,nos atendieron de maravilla y a un precio más que razonable los postres caseros y buenísimos espectacular Crema Cantabra y ,si estás por la zona no dudes y para a comer y a desconectar un poco......ufffff me he puesto morao

Hemos estado comiendo hoy, haciendo un desvío de camino lebaniego, y merece muchísimo la pena. Hemos comido muy bien, las garbanzos espectaculares, los huevos con jamón muy ricos y la crema de limón deliciosa. Cantidades abundantes y el servicio genial, un trato muy atento. Superrecomendable

Le doy 5 estrellas porque la comida era casera, la atención fue muy buena, mucho respeto al turista y muy atentos, y el precio era barato. No es un restaurante gourmet pero es todo lo que se puede pedir a un pueblo pequeño en el que parar a comer si te pilla en ruta. El cocido montañés y el pollo asado muy ricos.

Paramos aquí para comer en nuestra ruta hacia Cabrales. Fuimos un sábado de octubre, sin reserva, y nos atendieron. La comida era únicamente de menú a elegir entre varios platos. Todo es casero y estaba muy bueno, aunque llegamos algo tarde y había cosas que no tenían (imposible preveer). Nos pareció algo caro, aunque era fin de semana. El menú incluye agua, no refrescos u otras bebidas. El servicio algo lento pero ambiente tranquilo. Es una buena opción

Restaurante familiar y acogedor con un menú diario tradicional y abundante y un trato inmejorable. Veníamos de hacer la ruta de la senda mitológica y el mirador de Santa Catalina (no os la perdáis) y paramos a comer porque nos quedaba en ruta. De primero, platos de cuchara como la menestra y el cocido de garbanzos. ¡Para mojar pan! Ración muy generosa de pan de hogaza riquísimo. De segundo, las carrilleras en salsa con patatas fritas caseras son espectaculares, así como los postres, también caseros. Parada obligatoria si os pilla por la zona.