La Claudia - Menú

Comida excelente trato maravilloso y unas vistas en la noche que te enamoran uno de los mejores lugares para compartir una velada de ensueño

Comida buenísima, vistas espectaculares. Pero como pegue el sol es bastante agobiante, ya que no hay ningún toldo que tape el total de las mesas.

en el centro y un poco oculto, lujoso, con gota, con muy buena terraza con vistas. ka food, bueno pero una gota de cada, los precios ya se ven en su carta.

un lugar increíble. maravillosas vistas. Un trato excepcional. un entorno insuperable y una calidad suprema. Si aún no te has ido, no sé qué estás esperando.

Cenamos allí anoche y salimos encantados: la atención y el servicio fueron perfectos, las vistas muy bonitas y la comida de La relación calidad- precio es buenísima. Sin duda lo recomiendo y repetiremos cuando volvamos a Altea

buena atención, buena comida con una presentación espectacular, el mijo de pato con exquisita foie, el postre de aroma de dos chocolates increíblemente espectacular y recomendando la mendoza roja, volveremos con seguridad a la claudia

Fuimos a cenar como todos los años. Es un referente en Altea. Vistas inmejorables y mucha calidad. Lomos de bacalao y ragú, coca de anguila, foie a la sal y cerramos con armonía de chocolates. Magnifico. Muy buen servicio también. Volveremos verano que viene

un gran restaurante mucho que decir de mí, gran sorpresa que recibí de mi esposo, una cena sorpresa en este restaurante para celebrar el aniversario de la boda, mis felicitaciones a los trabajadores de este restaurante, ya sean camareras como cocineros nos trataron como reyes un lugar mágico para la ocasión así fue y un gran te amo mi hijo.

Terraza con vistas espectaculares y lo que parecía un trato agradable por parte de la señora que nos atendió al hacer la reserva y conducirnos a la mesa, se tornó en tirantez y acritud cuando le pedimos en un lo que según ella era poca cantidad, llegando a insistir y hacernos sentir incómodos por el tono de exigencia a la hora de pedir la comida. Si cree que es poca cantidad, y lo sugiere de manera amable, incluso se lo hubiéramos agradecido y habríamos pedido más cosas, pero todos coincidimos en que la señora había sido muy maleducada, estando a punto de levantarnos e irnos. Decidimos quedarnos y no arruinar la velada.