"Elegimos el menú Gastromercat y nos gustó mucho. Los ingredientes, de primerísima calidad y las elaboraciones, muy cuidadas y equilibradas, con algunos platos muy sorprendentes, como el tomate de penjar. Lo cierto es que el nivel es muy alto y no decae desde el primer entrante hasta el último petit four. El sitio es muy agradable, acogedor y luminoso y el personal es muy amable y diligente. Quiero agradecer el exquisito detalle que tuvieron con nosotros y es que, en la reserva, advertí que no como cordero y me sirvieron un plato diferente, también delicioso, sin privar a mi marido y mi hija de disfrutar el plato de cordero correspondiente al menú. En cuanto al ambiente, se lo cargó la mesa de al lado, en la que una había una señora de videoconferencia como en su propio despacho, un señor con el móvil (que sonó varias veces) a volumen máximo con un tono de llamada que parecía una alarma nuclear y, de propina, un niño correteando (aunque el crío fue el más discreto). Pero esto no es atribuible al restaurante, sino a la mala educación de algunas personas. No obstante, disfrutamos mucho la comida."